Me dejo navegar en tu presencia,
inundándome de ti. De tus pupilas
hoy brotan las mañanas, mis deseos,
el beso enmascarado que nos une
y el hálito postrero que regalas.
Acaricio una a una tus palabras,
desgranando su hilo de ternura
la misma sequedad, las mismas cosas,
intentando el desencanto de la gracia
y el hechizo original que me abandona.
Desmadejo tus párpados, los hurto
cada haz de luz, cada recodo,
escruto así las celosías
que guardan el zarco despertar
nacido del fondo de la vida.
Aventuro los tímidos trasvases
de sombras y luces y quimeras,
y me dejo agasajar con tu mirada
afable, benévola, devota,
hostil, combatiente y retadora.
cada haz de luz, cada recodo,
escruto así las celosías
que guardan el zarco despertar
nacido del fondo de la vida.
Aventuro los tímidos trasvases
de sombras y luces y quimeras,
y me dejo agasajar con tu mirada
afable, benévola, devota,
hostil, combatiente y retadora.