Estos son, según la doctrina cristiana, los enemigos del alma. Pero no preocuparse, porque ahí está la iglesia para ayudarnos a esquivar sus seducciones y librarnos de sus tentaciones. Aprovechando que la derecha pasa por el panorama político, estamos recuperando aquellos valores tan denostados por el progresismo y que en su “adoctrinamiento” (el ministro dixit), nos eran prohibidos por culpa de la Educación para la Ciudadanía.

Ya hemos probado las mieles del triunfo de la derecha en numerosos cambios que nos remiten a un pasado felizmente olvidado. En el caso que nos ocupa, al menos, y por eso de mantener las costumbres en su totalidad, deberían permitir a los alumnos de familias más pudientes tener bula para meterse un buen filete de ternera entre pecho y espalda. O estamos o no estamos.