domingo, 12 de septiembre de 2010

Involucionar

Los académicos de la RAE debieron de ir alguna vez a Tordesillas, lo que les inspiró para introducir este vocablo en el diccionario. El próximo día 14, como cada segundo martes de septiembre, nos desayunaremos con la noticia de que un toro será lanceado hasta la muerte por cientos de "defensores del toro bravo". Como si los defensores de los bosques se pasasen los fines de semana haciendo campeonatos de tala de pinos.
No sabe uno ya si este es el progreso que justifica todos los males en base a una tradición o al "si no te gusta no vengas"; lo que serviría igualmente para haber mantenido las peleas de gladiadores o dar cabida a todo tipo de atrocidades, no solo contra los animales.
La mente prehistórica no da para más. A poco que nos lo propongamos acabaremos en cavernas.
Habrá que ver cómo resuelven la situación los compañeros maestros de Tordesillas cuando los niños vuelvan al colegio. Desde luego no quisiera estar en su pellejo. A esto es a lo que yo llamo "deseducar".