domingo, 27 de junio de 2010

involución

Si hubiéramos hecho caso de quienes como argumento aluden al "Siempre se ha hecho asÍ", aún viviríamos en cavernas.

Comentarios
Eladio dijo...

Me ha gustado.
28 de junio de 2010 09:02

sábado, 26 de junio de 2010

reflexiones de un ateo

Cada vez que alguien se declara cristiano o demócrata, más desconfío de la política o la religión.





Yolanda dijo...
Totalmente de acuerdo. Los que vivimos épocas pasadas en las que la Iglesia era aún más poderosa que ahora y nos metían a presión el catecismo y toda su parafernalia, cuando todo estaba supervisado por ella, cuando no había forma de escapar de sus largas garras, huimos de todo cuanto huele a sacristía y clericalismo hipócrita porque sabemos de lo que son capaces. Sería muy largo contar todo lo que nos hicieron pasar.
Y de la política, qué decir... Qué desencanto, qué frustración, qué cabreo continuo viendo en qué manos estamos... Qué bajísima calidad humana, qué oratoria tan lamentable, qué falta de argumentos, cuánta mala baba... ¿Qué podemos hacer? Sólo nos dejan votar a los que ellos quieren, pero arrinconan a los válidos por ser críticos. No veo salida posible, no queda mucha esperanza.
Un saludo.
26 de junio de 2010 22:43

la razón de los muertos

Hablar de autoridad, orden o disciplina en el colegio es poco menos que arriesgarse a que te llamen carca. Poco más y tenemos que pedir perdón cada vez que tomamos la palabra para decir a los compañeros que queremos dar clase en paz, sin ruiditos, sin gritos en los pasillos; que es conveniente mantener orden y silencio en las entradas y salidas...  Vamos, lo normal para alguien normal.
Pero no, vivimos en un mundo anormal donde el que más grita es el que más sabe, modelo copiado de los programas de mayor audiencia en TV, ¡que manda narices! Mantener una reunión respetando el turno de palabra, escuchar al compañero que nos cuenta algo, dar una clase sin interrupciones, pertenece a un pasado denostado por los nuevos listos, que son capaces de contarte la vida de un famosillo con pelos y señales.
Vamos por la vida despreciando las señales de alarma, vagamos haciendo caso omiso a normas elementales, vivimos en burbujas cojoneras donde solo oímos nuestra voz y somos capaces de vender nuestra alma al diablo porque todo el mundo sepa que estamos ahí.
Claro que, en una de estas, mientras obviamos al mundo resoplando nuestra vuvuzela de ombligo, viene el tren y nos arrolla con todo nuestro equipaje verborreico. Entonces, la culpa es del maquinista, o de las vías, o de la madre del árbitro. Porque, oiga, los muertos siempre tienen razón.

jueves, 24 de junio de 2010

forofos

Las banderas que están colgadas en los balcones, ¿son por el Corpus Christi o por el Mundial de Fútbol? Tanto me da.

miércoles, 23 de junio de 2010

evaluar con criterio


Bien, ya están publicados los criterios objetivos con que serán evaluados nuestros compañeros de Educación Secundaria en su actual oposición.
Para que esto llegara, además de existir una gran confluencia planetaria, imagino que habrá sido necesario un gran esfuerzo de la administración unido a la intensa lucha de la clase sindicalista.
Con la de papeles que rellenamos todos los días y han tenido que pasar décadas para disponer de una evaluación objetiva en un concurso-oposición. Sin duda, es un gran paso para el mundo educativo donde no cabe cualquiera y donde la selección de los mejores es la base principal para el ansiado cambio.
Ahora, al menos, los opositores sabrán a qué atenerse y su futuro no dependerá de la subjetividad que algunos sufrimos en su día. Y conste, que conozco lo duro que es ser miembro de un tribunal. Pero la falta de criterio y de criterios ha posibilitado que, en ocasiones, fuésemos evaluados por individuos ajenos al mundo educativo; no por falta de títulos, claro, sino por ausencia de discernimiento. De aquellos procesos, seguramente, saldría esta hornada de aventureros que cayeron en el patio del colegio como podrían ser alfareros en Cartagena o banqueros en Villaconejos.
Ya puestos, en otra década descubriremos cómo prevenir las enfermedades profesionales en la enseñanza, cómo administrar mejor los recursos, cómo evitar la burocracia, cómo mejorar la coordinación...
En fin, vamos a darles tiempo.

martes, 22 de junio de 2010

del fin de curso...

Hace un par de décadas vine aquí para ponerme enfrente de un grupo de chavales; a veces, muchas veces, al lado, para intentar imposibles. Esta es mi vida y cada día, ya ha llovido, lo celebro como el primero, cuando salía de mi primera clase con aquello de "¿Y además me van a pagar? " Será por eso que el Gobierno ha decidido hacerme un 5% más feliz.
El fin de curso llega el día, el minuto, en que se rompe esa mágica complicidad con una docena de chicos que no hace tanto pintaron su primer monigote. Y no les falta tanto para verse envueltos y dueños de un futuro que ven tan lejano como impropio ( en el sentido de que no les pertenece, en la segunda acepción de la RAE).
Por necesidad del guión, no por amor a la burocracia, hemos puesto al día el inventario del aula, ese que nuestro compañero revisará para saber de qué material se hace cargo el próximo curso; hemos redactado la memoria de ciclo, esa que inspección, el equipo directivo y los compañeros que se incorporen revisarán para tener en cuenta las propuestas presentadas; hemos puesto negro sobre blanco la memoria de especialistas, esta que señala de forma clara y concisa las dificultades para trabajar con determinados alumnos y que la administración considerará para ayudarnos a resolverlas; hemos, en fin, ocupado decenas de folios con informes, memorias del TIC, del PAT, del Plan de Convivencia, del Plan de Lectura..., porque confiamos en que quienes deben revisarlos y perfeccionarlos esperan con impaciencia tenerlos en sus manos para mejorar en algo esta historia.
Menos mal que vinimos a este mundo de la mano de maestros que, con menos papeleo y más entusiasmo, voluntad y recursos (por paradójica que parezca esta afirmación en la "Era de la Incomunicación"), fueron capaces de hacernos creer que había otra realidad. Y como seguimos creyendo en ello, así se lo contamos a estos chicos. Por si algún día sirve. Algo estamos haciendo mal y creo que tiene que ver con esta absurda burocracia y, al propio tiempo, con la ausencia de aquel entusiasmo, voluntad y recursos que tenía D. Julián y que a nosotros, medio siglo después, nos faltan.
Y un último pensamiento, aprovechando la coyuntura mundialista. Como le dijo aquel entrenador al portero: "Si no quieres no pares los balones que van dentro, pero al menos no metas los que van fuera".

lunes, 21 de junio de 2010

perdonad que hoy no publique nada...

...estoy copiando cien veces "habrán".

Gracias a los que os molestáis en corregirme.

Un saludo.

domingo, 20 de junio de 2010

In memoriam

Pues el tiempo no para, nada importa

que los días vividos aproximen

el vaso de agua amarga colocado

donde la sed de vida se exaspera.

No contemos los días que pasaron:

fue hoy cuado nacimos. Solo ahora

la vida comenzó, y, lejos aún,

la muerte ha de cansarse en nuestra espera.


José Saramago. In Memoriam

martes, 15 de junio de 2010

de encuentros y despedidas

Este "trabajo" nuestro está tejido de encuentros y despedidas. Los años pasan a velocidad de vértigo y no dan tregua, no hay tiempo de crear todo el paisaje del cuadro. Unas pinceladas, una sombra por aquí, un trozo de cielo por allá...Un dia, quizá lejano, uno de estos chicos o chicas, perdida su verguenza de la adolescencia, te abraza en plena calle y te llama por tu nombre. Tú no pones nombre a su cara; ellos cambian, nosotros no. No importa, la historia ya está completa. Valió la pena.

lunes, 14 de junio de 2010

Claves de la educación, por Guillermo Fesser



Yolanda dijo...
No me funciona el enlace, como de costumbre, pero he buscado en YouTube y he encontrado la entrevista a la que supongo te refieres, en Periodista Digital. Tiene toda la razón, como es habitual en él. Bajo su apariencia de humorista está el hombre inteligente, sensato y culto que sabe muy lo que dice. Vamos dando bandazos y el sentido común está enterrado bajo toneladas de papeles confusos y contradictorios. Nadie sabe qué hacer, y, si lo saben, no se atreven a decirlo y menos a aplicarlo. Hoy no se puede reprender a un niño en público, no se le puede suspender sin gastar un tiempo precioso en explicaciones prolijas e innecesarias, no se le puede castigar sin temor a verse envuelto en procedimientos absurdos... Todo un cúmulo de despropósitos que propician un clima de dejadez y hastío por parte de quienes deben imponer orden y cordura. Lo pagaremos (lo estamos pagando) muy caro. Todos, no sólo los docentes o los padres, grandes culpables del fracaso de sus hijos, pese a quien pese. No saben, no quieren o no pueden hacerse con ellos. Los niños crecen solos, malcriados, caprichosos, egoístas, con todas sus necesidades materiales cubiertas pero con un gran vacío de valores, huérfanos de normas y de verdadera atención. Y así nos va.
Un saludo.
14 de junio de 2010 21:11

Otra, otra, otraaaa,..."huelga general"

Hemos tenido una huelga "parcial", a la que estábamos llamados todos los funcionarios. El descalabro para la clase sindicalista fue, por tanto, parcial. No conformes con este fracaso, vuelven a la carga, eso sí, con la sordina proporcional a los millones de euros que reciben, convocando a una huelga general. ¡No aprenden! O mejor, sí aprenden, por eso de nadar y guardar la ropa. Nadie podrá echarles en cara que no hicieron una huelga a Zapatero; y Zapatero no podrá echarles en cara que le hayan "montado" algo serio que le obligue a tomar decisiones importantes. "Nunca fuera caballero de damas tan bien servido..."
Al igual que en la anterior "huelga", podemos predecir un nuevo fracaso para un nuevo esperpento, un paripé que no servirá para maquillar la nefasta imagen que están dando nuestros amigos liberados.
No podemos negar que nos avisan de todos los males que nos vienen encima, y además aciertan. Y, a posteriori, también nos "informan" de que, como la viga de Ohanes, cayeron y nos pillaron con la tiza en la mano. Quizá les falte lo más importante: poner remedio a esos males profetizados y luego, entonces sí, pregonar sus logros para que convengamos en la necesidad de su existencia. Lo otro lo hace cualquiera.
A ver si esta vez los sindicatos de enseñanza no vuelven a meter la pata después de quedar con las vergüenzas al aire el pasado día 8. ¡Apuesto a que algunos no han aprendido! Porque, no sé si se habrán dado cuenta, pero la huelga puede que nos pille fuera del curso escolar. Y eso, además, sería de un ridículo espantoso.
La oposición, entre tanto, sigue pensando si sube o baja. Otraaa de pulpoooo...

miércoles, 9 de junio de 2010

Victoria pírrica

Según Pirro: "Otra victoria como esta y me vuelvo solo a casa". Me alegra que la clase sindicalista se vanaglorie del éxito y pregone cifras que, más que al entusiasmo, invitan a la fe. Supongo que, alentados por tamaño éxito, ya estarán preparando otra para la próxima semana... En fin, que la NO huelga se ha vuelto contra ellos y han recibido una respuesta muy clarita de los empleados públicos. Ahora, por esta vez, a ver si són capaces de escucharla, se ponen en tarea y arreglan sus respectivas casitas antes de pedirnos a los demás que les ayudemos a arreglar el mundo. Más que nada, que sean congruentes entre lo que predican, lo que hacen y lo que nos piden a los demás que hagamos. Solo eso.

martes, 8 de junio de 2010

Panem et circenses

No hacía falta ser Nostradamos para aventurar lo que todos podemos comprobar hoy. A estas horas, como dijimos hace unos días, no se habla de otra cosa que de porcentajes; algo sorprendente por otra parte, pues no es difícil conocer, incluso con cifras concretas, el NO seguimiento de esta NO huelga que no es sino otro parcheo, otro paripé ( y van...) no de los "sindicatos de clase", sino de la "clase" sindicalista. Tarde, desdibujado y con sordina este intento de justificarse ante los funcionarios cuando no hacen ascos a privilegios y subvenciones. En fin, nada nuevo; pan y circo. Eso sí, cada vez menos pan y más circo para el ciudadano de a pie. Para ellos no. Para ellos mucho de todo, de circo y de pan.

Comentarios
Yolanda dijo...

En mi colegio nadie ha hecho huelga, y en el cercano IES tampoco. Todos hemos acudido a nuestros puestos, salvo los alumnos. Han faltado más o menos la mitad, y eso que avisamos de la normalidad para hoy. ¿Todos los padres de los niños que no han ido son funcionarios que han secundado la huelga? ¿Hoy no han tenido problema para dejar a sus hijos mientras trabajaban? ¿Y sí lo tienen el Día del Maestro, por ejemplo, cuando nos ponen a caer de un burro por tener "demasiadas vacaciones"? Menuda cara...
Un saludo.
8 de junio de 2010 19:48

Bien, ya pasó la primera jornada, como preveíamos, con discusiones sobre los porcentajes.
La segunda, mañana, la pasaremos "sorprendidos" por las interpretaciones de los distintos medios, que cocinarán la jornada a gusto de su editorial.
Y, finalmente, en vísperas del mundial, el jueves nadie se acordará de nada de esto. Menos mal. Todos contentos: el gobierno feliz por la escasa repercusión, la oposición feliz por la gran repercusión, los sindicatos felices por la respuesta a su llamada, y los funcionarios felices esperando que alguien les llame.
¿No es para hacer otra la próxima semana? Sinceramente, no veo a los sindicatos muy por la labor. Una pena. Con una tienen bastante.
Por cierto, en mi centro nadie ha hecho huega. No sé de donde sacarán ese 75%.
Javier

jueves, 3 de junio de 2010

No haré la huelga de funcionarios

No, yo no haré huelga el día 8 de Junio.
Desde hace mucho, mucho tiempo, estamos sufriendo el desprecio de la clase política por la educación. Sus leyes con fecha de caducidad, sus continuos recortes (hasta más del 20% acumulado en los últimos años sobre el IPC), su desidia, su hipocresía utilizando la educación para recolectar votos y un sinfín de despropósitos no es comparable con una rebaja del 5% en el sueldo.
Vinieron, decía Brecht, a por los judíos, pero yo no soy judío; a por los comunistas, pero yo no soy comunista...Y, finalmente, han venido a por los maestros, policías, bomberos, sanitarios...Y, ya es tarde.
No quiero alimentar con mi sueldo del día 8 más Audis; no quiero pagarles la cena a los políticos, a sus asesores, a sus chóferes y escoltas, a sus amiguitos, a sus innumerables enchufados.
No quiero alimentar más liberados sindicales con sus privilegios, con sus particulares horarios, con sus extraños procedimientos para defender lo que no comparten. Eso sí, no haciendo ascos a quien les protege para que no se excedan en sus "reivindicaciones".
No haré huelga porque los mismos que pudieran escuchar mi voz ese día tienen la obligación de utilizar el 5% de mi sueldo para ayudar a quienes más lo necesitan. Y si no lo hacen, ¿Qué garantías tengo de que me escuchen?
No haré huelga el día 8, pero iría el primero tras una pancarta con las siguientes reivindicaciones:
- No a las subvenciones a partidos políticos, sindicatos, iglesia...el que quiera ideología que se la pague.
- No a los privilegios de los políticos, no a su sueldo desmesurado, no a los cargos públicos durante más de 8 años.
- No a los liberados sindicales innecesarios, no a su sedentarismo y apropiamiento del puesto a perpetuidad.
- No al abuso de bancos, banqueros y especuladores en general.
- No al fraude, al robo con guante negro o blanco.
- No al despilfarro del dinero público en infraestructuras innecesarias y, en muchos casos, degradando el medio ambiente o el patrimonio histórico y cultural.
- No al enchufismo, al caciquismo, a la endogamia política. No a los sepulcros blanqueados.
Por tanto, compañeros profesores, NO HARÉ HUELGA EL DÍA 8, porque el día 9 la pelea de los sindicatos y el gobierno será si fueron 5 ó 50, y no las razones de la huelga. Porque el día 10 los medios, según su color, darán sus versiones tan distantes como la noche y el día. Porque el ministro de educación o el presidente o quien sea, saldrá a decirnos que somos todos muy buenos y que es por el bien del país y que es democrático hacer huelgas y manifestarse. Es, compañeros, "El día de la marmota", ya sabemos lo que ocurrirá. Y porque, en fin, el día 11 nadie se acordará de nada, entre otras cosas porque estaremos pendientes del mundial de fútbol. Pan y circo. Después de 2000 años nada ha cambiado. No aprendemos.


Comentarios
Carlos Manzana dijo...
Buena reflexión, pero no creo que "la masa" sea tan pasota que se olvide de los problemas que a día de hoy el pueblo está pagando con esta endemoniada crisis. Gran parte generados por la clase política incompetente, sin duda.
Yo ni apoyo ni dejo de apoyar la huelga de funcionarios. Cada cual tiene derecho a manifestarse, y el derecho a huelga es la gran arma del pueblo, no violenta y reivindicativa. Quizá no se consiga gran cosa, o quizá sí, todo es cuestión de tomárselo en serio.
Si hay huelga es precisamente para recordar al Gobierno que sea de izquierdas, que la gente humilde no quiere pagar los platos rotos de los especuladores, banqueros y magnátes financieros que han provocado esta crisis.
Es una situación difícil, el Gobierno lo va a tener que explicar muy bien e intentar virar hacia la izquierda si quiere que el pueblo se lo agradeza, o al menos no le corte la cabeza.
Saludos.

Totalmente de acuerdo, Carlos.
Saludos.

Javier

Anónimo dijo...



Estoy totalmente de acuerdo contigo. No podemos regalar más dinero. Pero tampoco podemos no hacer nada. Los profesores, maestros, tenemos, como ningún otro funcionario el poder que generar o no generar un fuerte capital a poderosas empresas, que sí que pueden hacerse oir. NO UTILICEMOS LIBROS DE TEXTO EL PRÓXIMO CURSO. ¿No hay que hacer recortes?, pues empecemos por el principio. Ya han ganado bastante las editoriales con la escuela. Reutilicemos los que ya tenemos, elaboremos nuestros propios materiales, pero que el próximo curso no se gaste ni un euro en libros de texto...¡Ya veréis como esto les duele más que una huelga!.¡Pero, por favor!, si les viene hasta bien para ahorrarse más dinero..... Saludos y gracias por tu blog.
4 de junio de 2010 16:53

Gracias, igualmente, por tu comentario. Me parecen interesantes y oportunas estas propuestas contundentes, más que los paripés que proponen unos sindicatos venidos a menos y al servicio de quien les alimenta.
Un saludo. Javier