Hemos tenido una huelga "parcial", a la que estábamos llamados todos los funcionarios. El descalabro para la clase sindicalista fue, por tanto, parcial. No conformes con este fracaso, vuelven a la carga, eso sí, con la sordina proporcional a los millones de euros que reciben, convocando a una huelga general. ¡No aprenden! O mejor, sí aprenden, por eso de nadar y guardar la ropa. Nadie podrá echarles en cara que no hicieron una huelga a Zapatero; y Zapatero no podrá echarles en cara que le hayan "montado" algo serio que le obligue a tomar decisiones importantes. "Nunca fuera caballero de damas tan bien servido..."
Al igual que en la anterior "huelga", podemos predecir un nuevo fracaso para un nuevo esperpento, un paripé que no servirá para maquillar la nefasta imagen que están dando nuestros amigos liberados.
No podemos negar que nos avisan de todos los males que nos vienen encima, y además aciertan. Y, a posteriori, también nos "informan" de que, como la viga de Ohanes, cayeron y nos pillaron con la tiza en la mano. Quizá les falte lo más importante: poner remedio a esos males profetizados y luego, entonces sí, pregonar sus logros para que convengamos en la necesidad de su existencia. Lo otro lo hace cualquiera.
A ver si esta vez los sindicatos de enseñanza no vuelven a meter la pata después de quedar con las vergüenzas al aire el pasado día 8. ¡Apuesto a que algunos no han aprendido! Porque, no sé si se habrán dado cuenta, pero la huelga puede que nos pille fuera del curso escolar. Y eso, además, sería de un ridículo espantoso.
La oposición, entre tanto, sigue pensando si sube o baja. Otraaa de pulpoooo...
Al igual que en la anterior "huelga", podemos predecir un nuevo fracaso para un nuevo esperpento, un paripé que no servirá para maquillar la nefasta imagen que están dando nuestros amigos liberados.
No podemos negar que nos avisan de todos los males que nos vienen encima, y además aciertan. Y, a posteriori, también nos "informan" de que, como la viga de Ohanes, cayeron y nos pillaron con la tiza en la mano. Quizá les falte lo más importante: poner remedio a esos males profetizados y luego, entonces sí, pregonar sus logros para que convengamos en la necesidad de su existencia. Lo otro lo hace cualquiera.
A ver si esta vez los sindicatos de enseñanza no vuelven a meter la pata después de quedar con las vergüenzas al aire el pasado día 8. ¡Apuesto a que algunos no han aprendido! Porque, no sé si se habrán dado cuenta, pero la huelga puede que nos pille fuera del curso escolar. Y eso, además, sería de un ridículo espantoso.
La oposición, entre tanto, sigue pensando si sube o baja. Otraaa de pulpoooo...
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