"... varias generaciones de maestros y maestras para lograr una enseñanza
que no se dirija a un niño privilegiado sino al niño único, a ese niño que
en el fondo son todos los niños, al margen de su sexo, clase, raza,
religión o capacidad."
"Porque es verdad que los niños van a la escuela a aprender una serie
determinada de saberes, matemáticas, geografía, ciencias naturales, pero
también a hablar con esa voz que sólo a ellos pertenece y que hay que saber
escuchar."
"Su voz, como la del poeta, es la otra voz, la voz que nos sitúa en el
ámbito de esas experiencias básicas, la del conocimiento, la del amor, la
de la imaginación, sin las que nuestro corazón se agostaría
inevitablemente."
"Por eso la escuela debe ser literaria y el maestro, antes que nada,
alguien que cuenta cosas."
"Un maestro no necesita para esta tarea que los niños le entiendan, debe
arreglárselas para que le sigan, para que vayan donde él va. Como el
flautista de Hamelin, debe contagiar a los niños su felicidad y su arma
para lograrlo son las palabras."
"Las palabras de la escuela deben ser ese *¡ábrete Sésamo!* capaz de abrir
las piedras y llevar al niño a la cueva donde se guardan los tesoros del
corazón humano."
"Se educa al niño para decirle que en este mundo, por muy raro que pueda
parecer, es posible la felicidad. Educar es ayudar al niño a encontrar
lugares donde vivir, donde encontrarse con los otros y aprender a
respetarles."
Gustavo Martín Garzo. http://elpais.com/elpais/2012/08/24/opinion/1345810291_873284.html
que no se dirija a un niño privilegiado sino al niño único, a ese niño que
en el fondo son todos los niños, al margen de su sexo, clase, raza,
religión o capacidad."
"Porque es verdad que los niños van a la escuela a aprender una serie
determinada de saberes, matemáticas, geografía, ciencias naturales, pero
también a hablar con esa voz que sólo a ellos pertenece y que hay que saber
escuchar."
"Su voz, como la del poeta, es la otra voz, la voz que nos sitúa en el
ámbito de esas experiencias básicas, la del conocimiento, la del amor, la
de la imaginación, sin las que nuestro corazón se agostaría
inevitablemente."
"Por eso la escuela debe ser literaria y el maestro, antes que nada,
alguien que cuenta cosas."
"Un maestro no necesita para esta tarea que los niños le entiendan, debe
arreglárselas para que le sigan, para que vayan donde él va. Como el
flautista de Hamelin, debe contagiar a los niños su felicidad y su arma
para lograrlo son las palabras."
"Las palabras de la escuela deben ser ese *¡ábrete Sésamo!* capaz de abrir
las piedras y llevar al niño a la cueva donde se guardan los tesoros del
corazón humano."
"Se educa al niño para decirle que en este mundo, por muy raro que pueda
parecer, es posible la felicidad. Educar es ayudar al niño a encontrar
lugares donde vivir, donde encontrarse con los otros y aprender a
respetarles."
Gustavo Martín Garzo. http://elpais.com/elpais/2012/08/24/opinion/1345810291_873284.html