Que la docencia está sometida a numerosas patologías no es una novedad. Entre las más comunes, los problemas de la voz y los psiquiátricos. Hasta el grado de que esta profesión es la que mayor numero de bajas acumula por problemas de salud.
Lo que son simplemente cifras no alcanza al punto de sensibilizar ni a la población en general ni al propio profesorado.
¿Alguien conoce un estudio de las bajas y el seguimiento de las mismas? No, no lo hay. Hay cifras frías, no hay expedientes donde el docente exponga datos sobre las posibles causas de su enfermedad. Cuando estás de baja nadie te pregunta. Lo sufres, como en el anuncio, "en silencio". Puedes permanecer de baja durante meses que nadie se ocupará de tí. Tu médico de cabecera te atenderá y, posiblemente, comunique unos datos fríos a quien competa. Eso es todo. Los sindicatos están gestionando impresos, no tienen tiempo de hacer ese seguimiento pormenorizado y ponerlo en manos de la Administración.
Se hace más necesaria que nunca la demanda de programas de prevención, dirigidos desde la propia Administración, aunque solo fuera por la repercusión que eso tendría para sus arcas, que son las de todos.
Lo que son simplemente cifras no alcanza al punto de sensibilizar ni a la población en general ni al propio profesorado.
¿Alguien conoce un estudio de las bajas y el seguimiento de las mismas? No, no lo hay. Hay cifras frías, no hay expedientes donde el docente exponga datos sobre las posibles causas de su enfermedad. Cuando estás de baja nadie te pregunta. Lo sufres, como en el anuncio, "en silencio". Puedes permanecer de baja durante meses que nadie se ocupará de tí. Tu médico de cabecera te atenderá y, posiblemente, comunique unos datos fríos a quien competa. Eso es todo. Los sindicatos están gestionando impresos, no tienen tiempo de hacer ese seguimiento pormenorizado y ponerlo en manos de la Administración.
Se hace más necesaria que nunca la demanda de programas de prevención, dirigidos desde la propia Administración, aunque solo fuera por la repercusión que eso tendría para sus arcas, que son las de todos.