jueves, 9 de abril de 2009

el tercer trimestre


El tercer trimestre, ¡ojo a la paradoja!, tiene 47 días lectivos.
El descalabro al que está sometida la educación tiene un fiel reflejo en el calendario escolar. Y lo peor, a nadie parece preocuparle.
Estamos a merced de las festividades religiosas, con lo que la confección de dicho calendario, más que obedecer a cuestiones pedagógicas, está supeditada, sometida, a lo que diga la iglesia. Así, y no es la primera vez, nos encontramos con que tenemos que hacer encaje de bolillos para cuadrar las programaciones en un curso escolar cuyos tramos trimestrales están claramente descompensados. Todo ello con el desprecio hacia los alumnos, que son los verdaderos perjudicados.
La iglesia, en una maravillosa operación de márketing, ha conseguido que fiestas paganas se transformen en auténticas manifestaciones religiosas. Tenemos la Navidad sobre el solsticio de invierno, San Juan Bautista sobre el de verano, y muchísimas más.
Para más inri, valga la expresión, la Semana Santa, al depender de las fases lunares, resulta especialmente paradógica. Cada año tiene lugar en fechas diferentes, dependiendo de la primera luna llena de la primavera. Y eso se traduce en un amplio margen que ocupa desde el 21 de marzo hasta bien avanzado el mes de abril.
Como quiera que el 23 de abril es fiesta en varias Comunidades Autónomas y el 1 de mayo en todo el país, nos vemos dando los últimos coletazos de un curso desdibujado. Eso sin contar otras festividades locales, como San Isidro, Lunes de aguas...
Demasiados intereses por parte de la curia y también, cómo no, del sector turístico, que merman de modo significativo las posibilidades de desarrollar un curso escolar "¡ como Dios manda !".

creatividad

CREATIVIDAD EN LA EDUCACIÓN: EDUCAR PARA TRANSFORMAR
Julián Betancourt Morejón

Educar en la creatividad es educar para el cambio y formar personas ricas en originalidad, flexibilidad, visión futura, iniciativa, confianza, amantes de los riesgos y listas para afrontar los obstáculos y problemas que se les van presentando en su vida escolar y cotidiana. Además de ofrecerles herramienta para la innovación.No podemos hablar de una educación creativa sin mencionar la importancia de una atmósfera creativa que propicie el pensar reflexivo y creativo en clase.Creatividad es el potencial humano integrado por componentes cognoscitivos, afectivos, intelectuales y volitivos, que a través de una atmósfera creativa se pone de manifiesto para generar productos novedosos y de gran valor social y comunicarlos transcendiendo en determinados momentos el contexto histórico social en el que se vive.Educar en la creatividad implica el amor por el cambio.Ser capaces de enfrentarse con lo nuevo y darle respuesta.No temer el cambio, sino sentirse a gusto y disfrutar con él.Una educación creativa es una educación desarrolladora y autorrealizadora. En la cual no solamente resulta valioso el aprendizaje de nuevas habilidades y estrategias de trabajo, sino también el desaprendizaje de una serie de actitudes.Educar en creatividad:Aprender a tolerar la ambigüedad e incertidumbre.Favorecer la voluntad para superar obstáculos y perseverar.Desarrollar la confianza en sí mismo y en sus convicciones. No solo en las notas sino en otros indicadores: la apertura mental, la originalidad, el asumir riesgos, plantearse preguntas...Propiciar una cultura de trabajo para el desarrollo de un pensamiento creativo y reflexivo.Invitar al alumno a trascender el presente con un proyecto de futuro. La anticipación del profesor se relaciona con el disfrute por el proceso de enseñar más que por los resultados que pueda obtener.Aprender a confiar en lo potencial y no sólo en lo real.Vencer el temor al ridículo ya cometer errores.Los alumnos deben tomar poco a poco la responsabilidad de su propio aprendizaje.“Vivan los riesgos que nos permiten ver las nuevas aristas del conocimiento. Incitar al alumno a dar una respuesta no convencional en una prueba.La autoridad para validar el conocimiento debe partir de un proceso social, dialógico y cooperativo.Cuando se propicia un clima creativo, la motivación intrínseca y la de logro deben estar presentes.Es necesaria la contextualización del conocimiento y las habilidades de pensamiento crítico y creativo.Lo que se requiere es un alumno imaginativo y cuestionador de las verdades que aparecen a través de la voz del maestro o de los libros de texto y un constructor de puentes imaginarios para que transiten las ideas invisibles para la mayoría y en un momento determinado se hagan visibles; que analice las experiencias y conocimientos de la realidad y los sistematice a través de su pensamiento crítico y creativo, con la cooperación de un educador con profundos conocimientos de grupo y de mediación.14. Es necesario favorecer que el alumno busque fuentes alternativas de lectura a las oficialmente sugeridas y dejar un espacio de conocimiento a aportar por éste durante la clase.15. Es más útil que el alumno obtenga una pequeña parcela del conocimiento que una gran cantidad pero de manera superficial, y que discuta el significado de los mismos y descubra los sentidos que pueden tener de acuerdo a su historia y cultura.16. Pensar de forma creativa y reflexiva por parte del alumno puede darse rara vez de forma verbal del maestro hacia los alumnos. Es decir, una persona no puede dar de forma inmediata a otra lo aprendido, ya que el reflejo de la realidad en el ser humano es mediado; pero sí, en cambio, puede crear una atmósfera creativa que favorezca las condiciones óptimas para que el alumno aprenda por sí mismo a pensar de estas maneras.17. Convertir las aulas en espacios para asombrarnos, experimentar e investigar. Uno de los recursos más importantes y al alcance del educador es la capacidad de asombrarse ante cada comentario reflexivo o creativo de sus alumnos. Para lograr lo anterior él propicia un conocimiento lleno de sorpresas y situaciones inesperadas. Es decir, lleva a los alumnos a disfrutar de lo inesperado y lo incorpora dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje que está ocurriendo.18.Los estudiantes necesitan tratarse como personas, es decir, tener una buena comunicación cuando están creando o pensando. Además, necesitan aprender a retroalimentarse a sí mismos y a los otros durante un proceso creativo o crítico. Los maestros deben modelar actitudes comunicativas para lo anterior.19. El cuestionamiento es un excelente indicador de que se está trabajando el pensamiento creativo y crítico. Se parte de considerar que los alumnos que formulan preguntas que invitan a pensar e imaginar están aprendiendo. Los maestros tienen a la pregunta como una de sus estrategias fundamentales.20. Construcción de las habilidades de pensamiento creativo y crítico a trabajar en dos planos:: uno fuera de él (interpsíquico) y el otro dentro de él (intrapsíquico).21. Matrimonio entre los conceptos cotidianos que trae el alumno acerca de la habilidad de pensamiento creativo o crítico, a trabajar con los científicos acerca de la misma. De esta manera los conceptos científicos se enriquecen de la vida cotidiana de los estudiantes que transcienden las paredes del aula y a su vez los cotidianos encuentran una lectura más sistematizada, objetiva y abstracta sobre la realidad por medio de los científicos. De esta forma tendremos un aprendizaje más rico de sentidos y significados.22. Unidad de lo cognoscitivo y lo afectivo en cada sesión de atmósferas creativas. Cuando se está trabajando el pensamiento creativo y reflexivo se parte siempre de que la actividad lúdica que se esté realizando va a movilizar los recursos afectivos e intelectuales de la persona que esté ejercitando en ese momento la misma. Además, es importante crear un clima donde se dé un matrimonio entre los afectos y el intelecto, así como también buscar un equilibrio entre lo afectivo e intelectual, para lograr un espacio dinámico y motivante para el buen pensar y crear.A manera de conclusión pudiéramos señalar lo siguiente:Educar en la creatividad debe orientarse al desarrollo personal y mejora profesional de la práctica educativa de todos los implicados en el proceso de enseñanza-aprendizaje, dentro de un contexto histórico social dirigido a la integración educativa, partiendo del criterio de que la creatividad nos permite tener una actitud flexible y transformadora que propone romper las murallas o barreras para edificar la nueva escuela del futuro, cuyos principales apellidos sean: integrada, solidaria, respetuosa, reflexiva, divergente, desarrolladora, abierta y consistente con las necesidades de todos los alumnos.Todo lo anteriormente expresado conlleva una educación en la creatividad que propicie un sistema de actividades y comunicación donde el pensamiento reflexivo y el creativo se desarrollen a la par de una actitud coherente. Cada alumno que egrese de una escuela formado con esta visión deseará que en los lugares donde llegue se manifieste el pensar, crear, sentir, comunicar y compartir por respeto a sí mismo y a sus semejantes.