domingo, 11 de noviembre de 2007

La escuela "a punto"

Hola, soy José Luis. Otra vez empieza el curso y escribo para que lo sepan. Ya estoy en tercero, o sea en primero de segundo de Primaria. Hace dos años, cuando escribí la primera carta, estaba con los mayores de los pequeños, el año pasado estaba con los pequeños de los mayores. Y ahora, no sé.
Creo que voy a cambiar de profesores, o maestros, o maestras, porque he cambiado de ciclo; pero no sé, creo que también es porque muchos se han ido a otro colegio. A lo mejor es que no les gustaba este, pero creo que nadie les ha preguntado. No sé. Creo que les dan puntos, y cuando tienen muchos se van. Mi prima tiene un móvil que también le dan puntos. Y mi padre dice que se los quitan si conduce mal. No sé.
El año pasado pintaron las paredes del patio. Está bonito el colegio, por fuera.
El año pasado hicimos cosas sobre Colón. Una fue un mural sobre el mar, con papeles de color azul. También hicimos un barco grande con cartones que nos dejó el frutero. Bueno, también nos dejó algunos el de la farmacia. Yo creo que así es mejor hacer cosas, cuando participa más gente.
Me han cambiado la mochila. Ahora voy menos encorvado porque es de las de ruedas. Mi padre dice que hay mucha gente que va encorvada. Me acuerdo de lo que decía hace dos años de los hombres primitivos. Lo único que, cuando bajamos las escaleras, todos a la vez, al salir del cole, es como si hubiera una tormenta, o una metralleta. Dura un buen rato. Lo digo porque a lo mejor hay alguien estudiando. Como es un colegio, por eso lo digo. María, la maestra de música dice que los romanos hacían los teatros con una forma para que no hubiera ruidos. Y se oía muy bien la obra de teatro. Y dice que eso hace dos mil años. Yo creo que es mentira, porque ahora los colegios no se hacen así. Bueno, a lo mejor es verdad.
Hay maestros y maestras que salen muy deprisa del cole. Yo creo que no hay peligro de que se caiga, porque tiene menos años que los teatros romanos. Es que un día lo dijo Tamara, y por eso.
Tamara tomó la comunión el año pasado. Este me toca a mí. Es una suerte, creo. Primero porque te dan muchos regalos y segundo porque te ponen un traje de mayor. Bueno, también porque faltamos mucho a clase. El año pasado, Tamara iba cada domingo a casa de un compañero a celebrarlo, y el lunes por la mañana la dejaban más tiempo en la cama. También muchos días iba el cura al cole. La clase de Tamara estaba muy adornada con los recuerdos de las comuniones: recordatorios, figuritas y muchos regalos. Lo único malo de tomar la comunión es que te dicen: " Si no te portas bien...". A mí me da igual, si no fuera por los regalos, claro.
Ahora somos más en clase, porque ha venido Susan, que es inglesa, y Ahmed, que es marroquí. Lo malo es que ninguno de los dos sabe español, y creo que los maestros tampoco saben la lengua de Ahmed. Bueno, no sé. A lo mejor sí. Pues como no tomen la comunión se van a aburrir mucho.
Han dicho en la tele que una niña estuvo encerrada ocho años, y cuando salió que sabía mucho. Y solo estuvo viendo la tele. A lo mejor por eso en casa nos ponen tanto tiempo delante de la tele y en el cole delante del ordenador. Si se aprende mucho, pues mejor.
También han dicho en la tele que unos señores que se llaman científicos han dicho que ya no hay nueve planetas, que hay ocho. Yo no sé si vale para algo lo que aprendemos si luego lo cambian. Yo creo que da igual, porque los planetas están muy lejos. Más que el colegio, creo. Por eso a mi siempre me llevan en coche, aunque siempre tardamos más en salir del garaje que en llegar.
Y gracias por publicarme mis cartas. Como me han dicho que tengo que ser bueno, por eso lo digo.