Lo primero que me ha venido a la mente con la ocurrencia de Esperanza es la cantidad de enteradillos en educación que estarán dando palmas, de alegría, con las orejas. ¿No es eso lo que querían? Ya que los alumnos “malos” no se quedan en su casita, nos llevamos a los buenos, y que les den.
Ya ven, aquí largando día y noche y la solución la tenía la siempre ocurente presidenta. Pues nada, recojamos firmas para que el próximo curso se hagan bachilleratos de excelencia, ¿qué digo?, secundaria de excelencia e incluso primaria de excelencia. Es más, deberían ya separar a los niños de educación infantil. Vamos, que el que no sepa atarse los zapatos con tres añitos, llore o se haga pis, que se fastidie, que a sus amiguitos que saben contar hasta 7 los llevaremos a una EI de excelencia. ¿Cómo se llamaba esta cosa de separar-seleccionar- a las personas?…no me acuerdo.
Ya ven, aquí largando día y noche y la solución la tenía la siempre ocurente presidenta. Pues nada, recojamos firmas para que el próximo curso se hagan bachilleratos de excelencia, ¿qué digo?, secundaria de excelencia e incluso primaria de excelencia. Es más, deberían ya separar a los niños de educación infantil. Vamos, que el que no sepa atarse los zapatos con tres añitos, llore o se haga pis, que se fastidie, que a sus amiguitos que saben contar hasta 7 los llevaremos a una EI de excelencia. ¿Cómo se llamaba esta cosa de separar-seleccionar- a las personas?…no me acuerdo.