En el incendio que se ha llevado buena parte del Valle del Tiétar hemos perdido a un compañero: Javier de las Heras.
Todo lo que he visto ha sido una breve noticia en la prensa, y los comentarios de un compañero del IES. Juana de Pimentel de Arenas de San Pedro.
Esperemos que, más pronto que tarde, el colectivo -alentado por administración y sindicatos- le reconozca su labor y tenga unos minutos para recordar a quien dedicó toda una vida a la educación y a la enseñanza. Aquí queda nuestro granito de arena.
Eso sí, tenemos que mentalizarnos de que en esta profesión - que no es como las demás-, las vacaciones no tienen fecha. Como los sacramentos de los católicos, esta profesion "imprime carácter"; somos maestros siempre, en vacaciones también.
ya me imagino que no lo vas a publicar pero bueno al enos tú lo leerás
ResponderEliminarVAmos a ver que se me ha perdio el comentario por el cyberespacio.
ResponderEliminarQué tragedia, pobre hombre.
Yo le conocí un poco, como él mismo se definía " funcionario de día chica de noche".
como profe de literatura fue un desastre, pasaba de enseñar, hablaba y hablaba porque se lo pedía el cuerpo... aprovaba a quien le petaba (mi ser incluído)
como compañero de farra era divertidísimo y dicharachero...
en su casa descubrimos a Led zeppelin y otras joyas...
es una pena lo que ha ocurrido pero no por eso vamos a decir que dedicó su vida a la enseñanza ... igual cambió mucho en los últimos años... pero me da que no
ese rollito de vamos a ser buen compañero... lo típico: gran profesional y mejor persona...
a veces es mejor callarse.