lunes, 16 de noviembre de 2009

Leonardo Boff, la iglesia en la que algunos creemos

Los críticos no tenemos cabida en una iglesia que sí, va a misa los domingos, se confiesa y predican el evangelio a su manera. No hemos tenido ni tenemos cabida porque tratamos de buscar la esencia del mensaje cristiano, sin aderezos; no amoldamos la palabra a cada momento y situación, según nos convenga.
Boff, justo con los Teólogos de la Liberación, lleva décadas recordándolo, pero tiene menos prensa que Benedicto XVI, lógicamente, e ilógicamente que todos los obispos y cardenales que en el mundo son. A Boff tienes que buscarlo, no aparece en la portada de los medios; como tienes que buscar a Camilo Torres Restrepo o al asturiano Garpar García Laviana. Al hilo de las Comunidades de Base, que os invito a conocer; en esa misma línea, Paulo Freire desarrolla sus ideas pedagógicas, siempre mirando a los más desfavorecidos.
Luther King también encuentra en esta Teología de la Liberación la base para su lucha en defensa de los derechos de los negros.
La apertura que significaba el Vaticano II, así lo concibió Juan XIII, quedó en agua de borrajas en manos de sus sucesores. Son ya cuaro décadas esperando a que la iglesia recupere aquel "espíritu" que abandonó por miedo, quizá a sí mismos. Y ahora, posiblemente no sea el mejor momento para hacer experimentos, con la cerrazón, la apropiación de la verdad de que hacen gala y la inflexibidad para aceptar, como dice Boff, las reglas de la democracia. Empezando por su propia institución. Va para largo.
http://www.publico.es/espana/269743/iglesia/convive/democracia

1 comentario:

  1. Samuel Rodriguez. La Revolución, por lo tanto, es la forma de lograr un gobierno que dé de comer al hambriento, que vista al desnudo, que enseñe al que no sabe, que cumpla con las obras de caridad, de amor al prójimo no solamente en forma ocasional y transitoria, no solamente para unos pocos, sino para la mayoría de nuestros prójimos.

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