Comentábamos en clase este asunto del protocolo, que abarca desde rituales curiosos a normas básicas de educación. A veces, les decía a los alumnos, no sabemos cómo dirigirnos a una persona con la que no tenemos un grado suficiente de confianza. Pues bien, acabo de encontrarme con una solución a este "problema"; mientras en Francia se pusieron de acuerdo hace mucho en dirigirse todos al camarero con el vocablo "garçon", aquí no lo tenemos claro y le seguimos llamando "perdona".
Me recuerda una genialidad que comentaba Fidel Delgado en una conferencia, aludiendo a un adolescente que acababa de descubrir que no se llamaba "¡Cállate!", sino Juan Carlos.
Mira el enlace:
http://www.eljueves.es/2009/11/25/alarmante_gran_numero_camareros_que_llaman_perdona.html
No he acabado de publicar el post, y me encuentro con esto, menos gracioso:
http://www.publico.es/espana/256600/victimas/invisibles/violencia/genero/ninos/maltrato
CONTRA EL MALTRATO, TOLERANCIA CERO.
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