Lógicamente, yerra más quien más flechas lanza. Ahora bien, ¿es más certero el arquero que permanece bajo el árbol, a la sombra, viendo como su adversario unas las clava y otras no?
Ahora va a resultar que es peor quien, por mayoría de votos de los ciudadanos, ha gobernado la mayor parte del tiempo que llevamos en democracia. ¿No es una incongruencia? ¿No es propio de demagogos?
Va a ser por eso que nos dedicamos a hablar y no hacemos nada por salir de tan trágica situación, esperando que vengan otros, no se sabe quién, a librarnos de las garras de los “logsianos”, “pedabobos” y “pederastas”. Y ellos, los que a veces aciertan, a veces fallan, son los culpables y no nosotros que estamos comiendo la sopa boba y criticando todo lo que pasa ante nuestras narices por nauseabundo que sea y sin intención de apartarlo.
No puedo aceptar el tan manido, o manoseado “Y tú más” como argumento. Por desgracia nuestros políticos se superan cada día, colores aparte. No me atrevería a decir quién es más. Si acaso hubiera una vara de medir esa sería el resultado de las urnas, a menos que pretendamos erigirnos en poseedores de la verdad absoluta y desestimar al resto de ciudadadanos que no piensan como nosotros. ¿Eso es demagogia o prepotencia? Y eso que, me apuesto un euro, a que siendo una persona imputada la pretendiente a la Presidencia de Valencia, será elegida por mayoría. Es lo que tiene la democracia. Claro, siempre que, ¡vaya suerte!, hayas cometido uno o varios delitos y, por arte de birlibirloque, te levantas una mañana y han prescrito. ¡No es para aplaudir con las orejas!
Ya ven, así son las transferencias y así se las hemos contado. Y, casualmente, la educación está transferida a las Comunidades Autónomas y algo tendrán que decir estas sobre conciertos (no de música), sobre separación de niños y niñas, sobre penosas condiciones de trabajo y otras deficiencias.
Nuestros políticos tienen una responsabildad, unos por gobernar y otros por “fiscalizar” ese gobierno desde la oposición. No creo que se pueda alabar al arquero que plácidamente toma la sombra esperando ver pasar el cadáver de su enemigo. Más que nada porque, como suele pasar, acaba viendo pasar el suyo en innumerables ocasiones. De ahí que hayamos asistido a tantos apocalipsis, “¡ya lo dije yo!”, profetizados por quien mira la vida pasar, en este caso la muerte, aventurando si el arquero hará diana con la próxima flecha. Eso sí, a 240.000 la tirada, ¡ahí me las den todas! En realidad ¿Será por eso que tampoco hacen mucho por gobernar, lo que les ataría a un único sueldo? ¡Va a ser eso!
Comentarios
Profesor girafales dijo...
Estoy de acuerdo contigo. Además, pienso que buena parte de culpa de la falta de calidad de nuestra clase política, de la existencia de la cultura del pelotazo... lo tiene nuestro actual sistema electoral, proveniente de una época en la que sí hacía falta más estabilidad, pero hoy en día lo que propicia es el bipartidismo y la representación territorial, desechando otras opciones políticas. Si tuvieran más competencia, como en la vida misma, deberían esforzarse en formarse más y actuar mejor, más éticamente. ¿Para qué van a reformar el sistema o ciertas leyes si saben que tarde o temprano volverán al poder? Lo saben tanto unos como otros.
domingo, 27 febrero, 2011
Ahora va a resultar que es peor quien, por mayoría de votos de los ciudadanos, ha gobernado la mayor parte del tiempo que llevamos en democracia. ¿No es una incongruencia? ¿No es propio de demagogos?
Va a ser por eso que nos dedicamos a hablar y no hacemos nada por salir de tan trágica situación, esperando que vengan otros, no se sabe quién, a librarnos de las garras de los “logsianos”, “pedabobos” y “pederastas”. Y ellos, los que a veces aciertan, a veces fallan, son los culpables y no nosotros que estamos comiendo la sopa boba y criticando todo lo que pasa ante nuestras narices por nauseabundo que sea y sin intención de apartarlo.
No puedo aceptar el tan manido, o manoseado “Y tú más” como argumento. Por desgracia nuestros políticos se superan cada día, colores aparte. No me atrevería a decir quién es más. Si acaso hubiera una vara de medir esa sería el resultado de las urnas, a menos que pretendamos erigirnos en poseedores de la verdad absoluta y desestimar al resto de ciudadadanos que no piensan como nosotros. ¿Eso es demagogia o prepotencia? Y eso que, me apuesto un euro, a que siendo una persona imputada la pretendiente a la Presidencia de Valencia, será elegida por mayoría. Es lo que tiene la democracia. Claro, siempre que, ¡vaya suerte!, hayas cometido uno o varios delitos y, por arte de birlibirloque, te levantas una mañana y han prescrito. ¡No es para aplaudir con las orejas!
Ya ven, así son las transferencias y así se las hemos contado. Y, casualmente, la educación está transferida a las Comunidades Autónomas y algo tendrán que decir estas sobre conciertos (no de música), sobre separación de niños y niñas, sobre penosas condiciones de trabajo y otras deficiencias.
Nuestros políticos tienen una responsabildad, unos por gobernar y otros por “fiscalizar” ese gobierno desde la oposición. No creo que se pueda alabar al arquero que plácidamente toma la sombra esperando ver pasar el cadáver de su enemigo. Más que nada porque, como suele pasar, acaba viendo pasar el suyo en innumerables ocasiones. De ahí que hayamos asistido a tantos apocalipsis, “¡ya lo dije yo!”, profetizados por quien mira la vida pasar, en este caso la muerte, aventurando si el arquero hará diana con la próxima flecha. Eso sí, a 240.000 la tirada, ¡ahí me las den todas! En realidad ¿Será por eso que tampoco hacen mucho por gobernar, lo que les ataría a un único sueldo? ¡Va a ser eso!
Comentarios
Profesor girafales dijo...
Estoy de acuerdo contigo. Además, pienso que buena parte de culpa de la falta de calidad de nuestra clase política, de la existencia de la cultura del pelotazo... lo tiene nuestro actual sistema electoral, proveniente de una época en la que sí hacía falta más estabilidad, pero hoy en día lo que propicia es el bipartidismo y la representación territorial, desechando otras opciones políticas. Si tuvieran más competencia, como en la vida misma, deberían esforzarse en formarse más y actuar mejor, más éticamente. ¿Para qué van a reformar el sistema o ciertas leyes si saben que tarde o temprano volverán al poder? Lo saben tanto unos como otros.
domingo, 27 febrero, 2011