http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/02/15/actualidad/1360959027_922543.html
"Los chicos con las chicas tienen que estar
las chicas con los chicos han de vivir
y estando todos juntos deben cantar."
Cuando sonaba esta canción del grupo "Los Bravos" (1967) Armstrong no había pisado la luna y este país sufría una dictadura que se extendería durante ocho años más. Aún quedan marcas en algunas escuelas, como cicatrices de aquella educación aberrante, que evidencian la separación del alumnado por sexo en una composición arquitectónica simétrica de una exactitud milimétrica.
Superado ese régimen totalitario y opresor se logró la coeducación, es decir, "no establecer relaciones de dominio que supediten un sexo a otro, sinó incorporar en igualdad de condiciones las realidades y la historia de las mujeres y de los hombres para educar en la igualdad desde la diferencia". De sobra está señalar que el marco normativo (LOE, art. 1,17 y 151) ampara el principio de igualdad entre sexos.
Este, sin embargo, no fue un invento de los padres de la Constitución, ni de los ministros de los distintos gobiernos "democráticos". La República consideraba la coeducación como uno de los pilares básicos de la educación escolar. Algunos intelectuales progresistas y la Institución Libre de Enseñanza, en busca de una renovación educativa, defendieron la libertad de cátedra y una educación ajena a cualquier religión o idea política.
Hoy, con una "democracia consolidada", cuando se han superado muchas barreras ideológicas, -reminiscencias de una época oscura-, algunos seguimos anhelando esa educación de hace décadas mientras otros se afanan en no evolucionar, en volver a formas y métodos que evocan la España más rancia y retrógrada. Mientras tanto se nos viene encima una nueva Ley de Educación que no parece que sea la panacea para los males de nuestra escuela. Desde luego, con estos principios no se puede esperar nada positivo para nuestra educación.
En "Un señor como Dios manda" leíamos: "tantos años de curas y obispos, y tienen que ser los "Beatles" quienes vengan a hablarnos de amor". Pues eso, tantos años de represión y en pleno siglo XXI tenemos que desempolvar el vinilo de "Los Bravos" para hablar de coeducación.
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