http://www.elmundo.es/elmundo/2013/03/18/andalucia/1363608813.html
Sí, por extraño que parezca, las cosas se pueden hacer peor. Cualquiera en su sano juicio, si necesitase algo se lo pediría a quien más tiene. Las lúcidas (mejor "lucidas") mentes de nuestros dirigentes son capaces de encontrar la cuadratura del círculo para aplicar "dura lex" a los más débiles, a los más necesitados. Así, no se les cae la cara de vergüenza bajando las pensiones (de por sí en niveles ínfimos), reduciendo las ayudas a las personas dependientes (¡la desvergüenza al cuadrado!), y como vemos en este enlace, penalizando a los maestros enfermos.
Jamás se les ha ocurrido invertir en programas de prevención, ampliar el espectro de las enfermedades profesionales, consensuar una ley de educación con posibilidades de futuro, elaborar calendarios basados en criterios pedagógicos y no religiosos, dedicar más recursos personales y materiales para salir de este pozo sin fondo.
Se suceden gobiernos de uno y otro color y seguimos sin encontrar a ese ministro capaz de poner algo de orden en este maremágnum o al menos que, “virgencita, virgencita…”, no lo pongan peor.
Acabaremos por poner camas – como nuestros compañeros de Camas- en todos los centros educativos para no faltar a nuestro trabajo; y más aún, pondremos velas a la Virgen del Rocío – a quien se encomienda nuestra ministra de trabajo- para no pasar una gripe.
Ya imagino a un ministro con sus asesores (nombrados a dedo) buscando una solución a los problemas educativos y, además, ayudando a los bancos a salir de la crisis. Muy fácil, cuando un maestro caiga enfermo le penalizaremos con altos porcentajes de reducción de sueldo. ¡Cómo no se nos había ocurrido antes! A veces pienso que si hay extraterrestres, y de algún modo pudieran vigilarnos, habrán pasado de largo buscando vida inteligente en otros planetas.
Sí, por extraño que parezca, las cosas se pueden hacer peor. Cualquiera en su sano juicio, si necesitase algo se lo pediría a quien más tiene. Las lúcidas (mejor "lucidas") mentes de nuestros dirigentes son capaces de encontrar la cuadratura del círculo para aplicar "dura lex" a los más débiles, a los más necesitados. Así, no se les cae la cara de vergüenza bajando las pensiones (de por sí en niveles ínfimos), reduciendo las ayudas a las personas dependientes (¡la desvergüenza al cuadrado!), y como vemos en este enlace, penalizando a los maestros enfermos.
Jamás se les ha ocurrido invertir en programas de prevención, ampliar el espectro de las enfermedades profesionales, consensuar una ley de educación con posibilidades de futuro, elaborar calendarios basados en criterios pedagógicos y no religiosos, dedicar más recursos personales y materiales para salir de este pozo sin fondo.
Se suceden gobiernos de uno y otro color y seguimos sin encontrar a ese ministro capaz de poner algo de orden en este maremágnum o al menos que, “virgencita, virgencita…”, no lo pongan peor.
Acabaremos por poner camas – como nuestros compañeros de Camas- en todos los centros educativos para no faltar a nuestro trabajo; y más aún, pondremos velas a la Virgen del Rocío – a quien se encomienda nuestra ministra de trabajo- para no pasar una gripe.
Ya imagino a un ministro con sus asesores (nombrados a dedo) buscando una solución a los problemas educativos y, además, ayudando a los bancos a salir de la crisis. Muy fácil, cuando un maestro caiga enfermo le penalizaremos con altos porcentajes de reducción de sueldo. ¡Cómo no se nos había ocurrido antes! A veces pienso que si hay extraterrestres, y de algún modo pudieran vigilarnos, habrán pasado de largo buscando vida inteligente en otros planetas.
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