Señor,
Arenas;
En
primer lugar, perdone que no me dirija a usted con otro tratamiento pues
desconozco el que corresponde al Portavoz de un grupo político, como reza su
biografía que me he molestado en consultar.
Acabo
de conocer por la prensa digital que usted ha ganado en política, desde el año
1990, la cantidad de 2.574.713 euros.
Convendrá conmigo, antes de entrar en detalles, en que la cifra a primera vista
no está nada mal. Desconozco si a esta cantidad hay que añadir algún tipo de
privilegio, dietas...Mis argumentaciones pueden ser las mismas obviando esos
datos.
Calculadora
en mano, traduciendo a pesetas su cuenta corriente- es una manía que tengo-, me
ofrece la cantidad de 428.396.197
pesetas, peseta arriba peseta abajo. Me pregunto si habrá alguien en nuestro país que
se acerque a esa cantidad por su trabajo en los últimos 23 años. Es decir, cada
año de su trabajo nos ha costado a los ciudadanos españoles la cantidad de 111.944,04 euros; es decir, 18.625.921,61 pesetas. Si no lo conoce,
le aseguro que muchos españoles no se acercan ni de lejos a un sueldo de más de
100.000 euros al año, o, si lo prefiere, de 9.328,67 euros al mes.
Posiblemente
haya hecho méritos para engordar su cartilla del banco con estas cifras. Para
salir de dudas, he echado un vistazo a su vida laboral. Concejal, teniente de
alcalde, diputado provincial, ministro, vicepresidente, portavoz y distintos
cargos en su partido. Una impresionante carrera política. Nada menos, y nada
más. Porque no aparece en lugar alguno experiencia laboral en otro ámbito que
no sea la política.
La
duda que me asalta es si alguien con otra experiencia laboral diferente merece
este nada despreciable sueldo. Por ejemplo, un autónomo que ha trabajado
durante más de 40 años, sin vacaciones ni fines de semana, sin privilegios ni
dietas. ¿Sabe cuánto cobra esta persona, después de cotizar durante cuatro
décadas, por su aportación laboral a este país? Unos 700 euros. La diferencia
entre su salario de usted y el de este señor pensionista es de 8.628,67 euros. Convendrá,
nuevamente, conmigo en que es una diferencia notable. Eso sí, usted trabaja y
él no; pero, no sé por qué me imagino que su jubilación, señor Arenas, distará
bastante de esos 700 euros, ¿verdad?
¿Por
qué he de aceptar que su trabajo merece mayor remuneración que el de este
ciudadano autónomo, el de un médico o el de un maestro? Ofrézcame un solo dato
para cambiar de opinión. ¿No es usted un ciudadano “al servicio de los demás”?
En ese caso, se le podría exigir un cierto grado de moderación, ¿no cree? Por
otra parte, su ascenso en política tiene el mérito de ser elegido por los
ciudadanos; eso sí, en unas listas cerradas y en un sistema predispuesto para
el bipartidismo, algo que no le he oído criticar jamás. Y una más, mantiene
usted un estatus privilegiado a pesar de haber perdido hasta en cuatro
ocasiones las elecciones a la Presidencia de la Junta de Andalucía. ¿No cree,
señor Arenas, que ese es suficiente motivo para que renuncie a una parte de su
suculento sueldo en beneficio de tantos ciudadanos que apenas tienen qué comer?
No,
no lo hará. Estoy seguro de que no lo hará. ¿Y sabe por qué? Porque hace dos
años, cuando usted ganaba 178.179 euros al año, el doble que el propio
Presidente de la Junta de Andalucía, pedía a los ciudadanos “austeridad”, la
misma que hoy pide su partido, recortando sueldos, recortando derechos,
recortando becas, recortando ayudas a la dependencia, recortando, recortando,
recortando…y manteniendo, eso sí, sus sueldos estratosféricos.
¿Y
aún se preguntan por qué los ciudadanos no solo tenemos desafección por la
política y los políticos, sino que les consideramos uno de nuestros principales
problemas? Supongo que usted, por su cargo, tiene acceso a políticos de todos
los partidos; los ciudadanos lo tenemos más difícil. ¿Si no atienden a la
prensa cómo van a responder a nuestras demandas? Si solo nos dan la posibilidad
de “opinar” cada cuatro años y con las limitaciones expresadas, ¿qué les va a
importar cómo valoramos sus gestiones? Ya que usted puede hablar con esos
políticos inaccesibles para nosotros, le voy a pedir que les presente algunas
sugerencias:
-
Que a partir de este momento en todas las
elecciones haya listas abiertas.
-
Que revisen sus sueldos y privilegios y los
adapten a los del resto de trabajadores.
-
Que los tres poderes estén perfectamente
diferenciados.
-
Que consideren las ayudas a las personas más
necesitadas.
-
Que alcancen un consenso en educación.
-
Que si de verdad están al servicio de los
ciudadanos, lo demuestren.
Si consigue
abrir un debate serio para alcanzar estos seis puntos prometo votar a su
partido en todas las elecciones; y aún más, empadronarme en Andalucía para
poder votarle a usted expresamente.
Mientras
usted hace estas gestiones, muy sencillas por otro lado, por mi parte y en mi
escepticismo, seguiré recomendando a mis allegados y alumnos que, además de
estudiar y formarse, dediquen una parte de su tiempo a hacerse un sitio en un
ayuntamiento, una diputación, un partido político…Si no pueden ejercer como
médicos, ingenieras o mecánicos, siempre
podrán disfrutar de un sueldo más sustancioso y unos privilegios que en ningún
otro trabajo pudieran imaginar.
Suyo
afectísimo.
Javier S.
Sánchez