jueves, 4 de julio de 2013

Carta a D. Javier Arenas

            Señor, Arenas;

            En primer lugar, perdone que no me dirija a usted con otro tratamiento pues desconozco el que corresponde al Portavoz de un grupo político, como reza su biografía que me he molestado en consultar.

            Acabo de conocer por la prensa digital que usted ha ganado en política, desde el año 1990, la cantidad de 2.574.713 euros. Convendrá conmigo, antes de entrar en detalles, en que la cifra a primera vista no está nada mal. Desconozco si a esta cantidad hay que añadir algún tipo de privilegio, dietas...Mis argumentaciones pueden ser las mismas obviando esos datos.

            Calculadora en mano, traduciendo a pesetas su cuenta corriente- es una manía que tengo-, me ofrece la cantidad de 428.396.197 pesetas, peseta arriba peseta abajo. Me pregunto si habrá alguien en nuestro país que se acerque a esa cantidad por su trabajo en los últimos 23 años. Es decir, cada año de su trabajo nos ha costado a los ciudadanos españoles la cantidad de 111.944,04 euros; es decir, 18.625.921,61 pesetas. Si no lo conoce, le aseguro que muchos españoles no se acercan ni de lejos a un sueldo de más de 100.000 euros al año, o, si lo prefiere, de 9.328,67 euros al mes.

            Posiblemente haya hecho méritos para engordar su cartilla del banco con estas cifras. Para salir de dudas, he echado un vistazo a su vida laboral. Concejal, teniente de alcalde, diputado provincial, ministro, vicepresidente, portavoz y distintos cargos en su partido. Una impresionante carrera política. Nada menos, y nada más. Porque no aparece en lugar alguno experiencia laboral en otro ámbito que no sea la política.

            La duda que me asalta es si alguien con otra experiencia laboral diferente merece este nada despreciable sueldo. Por ejemplo, un autónomo que ha trabajado durante más de 40 años, sin vacaciones ni fines de semana, sin privilegios ni dietas. ¿Sabe cuánto cobra esta persona, después de cotizar durante cuatro décadas, por su aportación laboral a este país? Unos 700 euros. La diferencia entre su salario de usted y el de este señor pensionista es de 8.628,67 euros. Convendrá, nuevamente, conmigo en que es una diferencia notable. Eso sí, usted trabaja y él no; pero, no sé por qué me imagino que su jubilación, señor Arenas, distará bastante de esos 700 euros, ¿verdad?

            ¿Por qué he de aceptar que su trabajo merece mayor remuneración que el de este ciudadano autónomo, el de un médico o el de un maestro? Ofrézcame un solo dato para cambiar de opinión. ¿No es usted un ciudadano “al servicio de los demás”? En ese caso, se le podría exigir un cierto grado de moderación, ¿no cree? Por otra parte, su ascenso en política tiene el mérito de ser elegido por los ciudadanos; eso sí, en unas listas cerradas y en un sistema predispuesto para el bipartidismo, algo que no le he oído criticar jamás. Y una más, mantiene usted un estatus privilegiado a pesar de haber perdido hasta en cuatro ocasiones las elecciones a la Presidencia de la Junta de Andalucía. ¿No cree, señor Arenas, que ese es suficiente motivo para que renuncie a una parte de su suculento sueldo en beneficio de tantos ciudadanos que apenas tienen qué comer?

            No, no lo hará. Estoy seguro de que no lo hará. ¿Y sabe por qué? Porque hace dos años, cuando usted ganaba 178.179 euros al año, el doble que el propio Presidente de la Junta de Andalucía, pedía a los ciudadanos “austeridad”, la misma que hoy pide su partido, recortando sueldos, recortando derechos, recortando becas, recortando ayudas a la dependencia, recortando, recortando, recortando…y manteniendo, eso sí, sus sueldos estratosféricos.

            ¿Y aún se preguntan por qué los ciudadanos no solo tenemos desafección por la política y los políticos, sino que les consideramos uno de nuestros principales problemas? Supongo que usted, por su cargo, tiene acceso a políticos de todos los partidos; los ciudadanos lo tenemos más difícil. ¿Si no atienden a la prensa cómo van a responder a nuestras demandas? Si solo nos dan la posibilidad de “opinar” cada cuatro años y con las limitaciones expresadas, ¿qué les va a importar cómo valoramos sus gestiones? Ya que usted puede hablar con esos políticos inaccesibles para nosotros, le voy a pedir que les presente algunas sugerencias:

-        Que a partir de este momento en todas las elecciones haya listas abiertas.

-        Que revisen sus sueldos y privilegios y los adapten a los del resto de trabajadores.

-        Que los tres poderes estén perfectamente diferenciados.

-        Que consideren las ayudas a las personas más necesitadas.

-        Que alcancen un consenso en educación.

-        Que si de verdad están al servicio de los ciudadanos, lo demuestren.

Si consigue abrir un debate serio para alcanzar estos seis puntos prometo votar a su partido en todas las elecciones; y aún más, empadronarme en Andalucía para poder votarle a usted expresamente.

Mientras usted hace estas gestiones, muy sencillas por otro lado, por mi parte y en mi escepticismo, seguiré recomendando a mis allegados y alumnos que, además de estudiar y formarse, dediquen una parte de su tiempo a hacerse un sitio en un ayuntamiento, una diputación, un partido político…Si no pueden ejercer como médicos,  ingenieras o mecánicos, siempre podrán disfrutar de un sueldo más sustancioso y unos privilegios que en ningún otro trabajo pudieran imaginar.

Suyo afectísimo.

Javier S. Sánchez   

No hay comentarios:

Publicar un comentario