Posiblemente, las TIC no sean la solución a los problemas mundiales; sin embargo, la educación no puede viajar al margen de lo que ocurre en la sociedad. ¿Preferimos ponernos en manos de un cirujano barbero del s. XVI o que nos extirpen un tumor con láser? La llegada de la imprenta debió provocar urticaria en muchos docentes de la época, defensores sin duda de otros métodos. La invención de la máquina de vapor también debió soportar muchas críticas. ¿Quién les explicaría que los automóviles serían, a pesar de algunos inconvenientes, más útiles que la fuerza animal? Y una vez hubo un accidente, y alguien aprovecharía para seguir rajando (los profetas del apocalipsis): "¡Ya lo decía yo!". Pues bien, nadie hoy niega que los avances científicos y tecnológicos son necesarios, ergo la educación no puede mantenerse al margen de ellos.
Si un alumno no acostumbra a moverse en el ámbito de las TIC, ¿qué se puede esperar de él cuando salga al mundo del trabajo donde todo se mueve con cables y pantallas, nos guste o no?
Además de ser una disciplina imprescindible en el s.XXI, la informática es un recurso, nada desdeñable, en la tarea educativa. Evidentemente, no todas las disciplinas se prestan al mismo uso de PC´s y pizarras digitales. En educación infantil, primaria y ESO es un material del que no se puede prescindir por las inmensas posibilidades que ofrece. Estamos poniendo en juego más sentidos y eso, nadie lo niega, facilita la tarea educativa.
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