jueves, 21 de abril de 2011

jueves "santo"

Un día como hoy, 21 de abril, jueves santo y luna llena, nació la reina Católica "Isabel de Castilla". ¡Qué coincidencia! No tanta, si consideramos que el plenilunio siempre se asoma a la Semana Santa con extraordinaria puntualidad. ¿Milagro? Tampoco. Tenemos que hacer la cuenta al revés; es decir, esto ocurre porque la Semana Santa ha de coincidir con la primera luna llena de la primavera. De ahí que cada año se celebre en fechas diferentes.
Esto explica por sí mismo la existencia de fiestas paganas anteriores. Y si no ¿por qué había de ceñirse la iglesia a tan trivial evento como son las fases de la luna?
Ahora es más fácil comprender por qué la festividad de San Juan coincide con el solsticio de verano, la Navidad con el de invierno, tantas fiestas populares con la recogida del grano o la vendimia, y otras con la floresta.
La semana santa obedece, cada vez más, a una estrategia de márketing, como el Camino de Santiago-cuya evidencia histórica nadie es capaz de explicar-, o las numerosas manifestaciones sincretistas. Lo religioso y lo profano se manifiestan de la mano en una representación singular. Así vemos procesiones, verdaderamente surrealistas, donde conviven la iglesia, los partidos políticos, las asociaciones de todo tipo y hasta el ejército. Y todo en un supuesto clima de religiosidad, casi misticismo, aderezado con música e incienso, también gritos, llantos y desgarros, que se elevan al cielo en una apoteosis indescriptible y, si no fuera porque lo hemos visto, increible.
Resulta curioso que en pleno siglo XXI aún no hayamos aprendido a desligar esta pasión tan demedida como respetable,¡faltaría más!, de nuestro quehacer diario.
¿Cómo es posible que el calendario religioso sea el que marque nuestra vida, nuestro trabajo...?,¿tiene que obedecer el calendario escolar más a motivos religiosos que pedagógicos?,¿en qué cabeza cabe? Cabe en la cabeza de políticos, empresarios, y de un iglesia que no escatima esfuerzos en mantener su hegemonia sobre nuestras vidas, recordándonos, día sí día también, qué debemos o no hacer, cuando su jerarquía es uno de los modelos menos apropiados para hablar de valores y democracia.
Digamos que, si bien no tratan de evolucionar, sí que van ajustando sus normas a sus necesidades, eso sí, invitándonos contínuamente a que los demás las respetemos. Así, hoy ponen o quitan el limbo, o añaden más leña al infierno según convenga.
No hay gobierno capaz de aventurarse en una reforma que permita a la iglesia proseguir en su "empeño" de autofinanciarse, pagar a los profesores que nombran a dedo, denunciar tantos y tantos despropósitos cometidos por una jerarquía que se mueve en estructuras medievales y que, una vez olvidado el Vaticano II, no parece estar por la labor de asumir su papel y dejar que los demás asumamos el nuestro como nos venga en gana.
Estos días ocupan nuestras calles con peculiar fervor, como a diario ocupan los centros educativos, gozan de privilegios para crear sus universidades con nuestros impuestos, y disfrutan en ese limbo donde se sienten protegidos y, por si fuera poco, con derecho a opinar sobre nuestras vidas.

Comentarios

Yolanda dijo...


Ya cansa volver a hablar sobre el papel de la iglesia católica en la actualidad, no podemos dar argumentos nuevos, sólo queda seguir indignándonos y asombrándonos de su tremenda influencia. Chupan de nuestros impuestos, ocupan horas lectivas con su doctrina, nos imponen su presencia en los actos más inverosímiles... ¿Cuándo van a implantar de una vez un calendario escolar razonable y no sujeto a las fases de la Luna, a estas alturas del siglo? Total, sólo hay dos días realmente festivos, jueves y viernes. ¿A santo de qué viene alargar tanto el periodo de procesiones y demás? Puro marketing, excusas para gastar. ¿Cómo lo hacen en el resto de Europa? Por lo que sé, empiezan antes, en agosto, pero cada mes y medio o poco más tienen dos semanas de descanso, un sistema mucho más racional que el nuestro, y no me consta que los padres se quejen de qué hacer con los niños durante esos días. ¿Tan diferentes somos? Aquí volvemos a clase el martes 26, pero en algunas Comunidades lo hacen el 3 de mayo, qué barbaridad... Un segundo trimestre larguísimo y un tercero que se queda en nada. ¿Es eso pedagógico? ¿A quién beneficia, salvo a los hosteleros y agencias de viajes? Deberíamos cortar en marzo y empezar antes en septiembre. Habrá quien no lo comparta, pero este calendario actual es de locos.

Un saludo.
viernes, 22 abril, 2011




1 comentario:

  1. Ya cansa volver a hablar sobre el papel de la iglesia católica en la actualidad, no podemos dar argumentos nuevos, sólo queda seguir indignándonos y asombrándonos de su tremenda influencia. Chupan de nuestros impuestos, ocupan horas lectivas con su doctrina, nos imponen su presencia en los actos más inverosímiles... ¿Cuándo van a implantar de una vez un calendario escolar razonable y no sujeto a las fases de la Luna, a estas alturas del siglo? Total, sólo hay dos días realmente festivos, jueves y viernes. ¿A santo de qué viene alargar tanto el periodo de procesiones y demás? Puro marketing, excusas para gastar. ¿Cómo lo hacen en el resto de Europa? Por lo que sé, empiezan antes, en agosto, pero cada mes y medio o poco más tienen dos semanas de descanso, un sistema mucho más racional que el nuestro, y no me consta que los padres se quejen de qué hacer con los niños durante esos días. ¿Tan diferentes somos? Aquí volvemos a clase el martes 26, pero en algunas Comunidades lo hacen el 3 de mayo, qué barbaridad... Un segundo trimestre larguísimo y un tercero que se queda en nada. ¿Es eso pedagógico? ¿A quién beneficia, salvo a los hosteleros y agencias de viajes? Deberíamos cortar en marzo y empezar antes en septiembre. Habrá quien no lo comparta, pero este calendario actual es de locos.
    Un saludo.

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